lunes, 2 de abril de 2012

Las otras, que no soy...


Hay cosas de mí que parecen ser de una forma que no son.

La gente de repente me ha dicho que soy muy delgada. En realidad tengo una pancita bastante prominente y algo de grasa en las caderas. Celulitis como todas las de mi edad, y uso ropa holgada para no acentuar las lonjitas.
También me dicen muy seguido que tengo mucho cabello. La verdad es que no, tengo bastante poco y de hecho uso shampoo anti caída. La cosa es que se me esponja mucho y hace parecer mucho más de lo que es.
Algunas veces, no tantas como yo quisiera, me han calculado hasta diez años menos. Se han sorprendido del año en el que terminé la carrera y de que lleve tantos años viviendo sola. El hecho es que estoy muy cerca de los cuarenta, ya pisándoles los talones... y que la edad sí se me nota en las mañanas o en las noches cuando estoy muy cansada.
Más de una vez han asegurado que yo nací seguramente en una costa, que soy de tierra caliente, del sur pues. Y bueno, ya aquí he dicho ya varias veces que soy norteña de nacimiento y crianza, de padre de piel blanca casi roja y madre de pelo muy liso.

Y algunas otras más, me han dicho que soy imponente, aguerrida y hasta que doy miedo... no creo que tenga que explicar la realidad al respecto, porque el simple hecho de mencionarlo aquí ya revela su contrario.

Así que no soy como me pintan.

Aunque tal vez soy la ilusión de eso que me cubre, pero que en el fondo es casi su conrtaparte...

O tal vez, solo tal vez, sí soy exactamente como dicen, y la que no ha entendido cómo es en realidad, probablemente sea yo.

1 comentario:

  1. Lo que tú eres es sustrato de todas las imágenes que proyectas. Y esas que ven en tí, son tan tuyas y tan tú como lo que miras en el espejo...

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