viernes, 2 de abril de 2010

Las otras que soy



Algunas veces pienso que hay algo de lo que me estoy perdiendo, que en otro lado están pasando cosas que debería presenciar. Algunas veces tengo la certeza de que he estado en lugares que no conozco: En Atenas, en Tijuana, en el bosque de Chapultepec de noche, o en algún lugar de los 80 en una escuela primaria del DF.
También me pasa que hay gente en la calle a la que nunca he visto, que me observa con la intención de saludarme, con expresión contrariada, como si dudaran de conocerme o no.
Otras veces llaman a mi casa asegurando que aquí vive una mujer de nombre distinto al mío y por más que les digo que no conozco a esa persona, que no vive aquí; esa gente insiste que ese es el número telefónico correcto.
Otras veces, estando en el trabajo o en una conversación aburrida; me he sentido en otro lado, como por gracia de una especie de teletransportación instantánea que me deja estar lejos por momentos dejando mi cuerpo en un lugar.
Y muchas otras ocasiones, personas que conozco en cursos, amigos de otros amigos, conocidos de internet, familiares lejanos; me han dicho que me parezco mucho a alguien que conocen, una prima, una amiga de la infancia, un antiguo amor platónico, a su maestra de matemáticas cuando eran pequeños (por mucho que en esa época yo tuviera menos de diez años); a alguna cantante de blues, a alguien que conocieron en un viaje lejano...
Todo esto me hace pensar que tal vez no sólo soy muchas al interior (la méndiga, la mendiga, la vulnerable, la hechicera, la insegura); sino que también soy muchas al exterior.
Que efectivamente he estado en Atenas y en Tijuana, que salgo a correr en las noches al bosque de Chapultepec por mucho que no viva en el DF, que estudié la primaria en Torreón pero también en Chiapas, que al mismo tiempo que aprendía a sumar, en otra escuela estaba explicando las mismas operaciones en el pizarrón, que he cantado en escenarios de México y Estados Unidos, que he negado más besos de los que he dado (cosa muy rara, pero en fin); y que he andado por América del Sur con mochila al hombro y pidiendo aventón en la carretera.
Tal vez, cuando me abstraigo de alguna conversación, estoy registrando las experiencias de alguna de las otras: La primera vez contemplando los Andes, el primer beso en la boca en algún lugar de los 80; la primera vez haciendo el amor en Roma, en Mérida, en Zacatecas, en las Islas Baleares... O tal vez en esos momentos estoy componiendo canciones, o cruzando una calle muy amplia en una gran ciudad, o escribiendo una carta muy triste para terminar con un novio de secundaria, o estudiando medicina, cortándome el pelo,o compando un boleto de avión para viajar quién sabe a dónde.
Puede ser entocnes que la gente que dice que me parezco mucho a alguien, en realidad esté hablando de las otras "yo", de alguna de esas que anda por el mundo viviendo las experiencias que a veces creo que me pierdo, pero que seguramente disfruto al máximo en otro cuerpo y otra mente, a miles de kilómetros de distancia.
Es problable también, que haya sido yo misma la que llama por teléfono desde otro sitio, tratando de hablar conmigo y contarme todo aquello que ya he vivido sin estar presente.

2 comentarios:

  1. ¿Has experimentado la imprudencia del aire cuando sacas la cabeza por la ventana de un auto a gran velocidad? Éste busca entrar como sea en tus ojos, boca, nariz, oídos, en todos tus poros, en todos tus orificios vírgenes, en todos tus huecos desgastados. Es una irrupción deliciosa. Lo mismo acabo de sentir con tus palabras. No sabía que tenías este espacio. Te culpo por la segura adicción que me va a generar. Hoy fue noche de ti. Acabo de hablar contigo y ahora me iré a dormir con tu blog en la cabeza. Fue una gran noche. Beso.

    ResponderEliminar
  2. ¿Has sentido gotas de lluvia suave en un día de calor? ¿has notado el bienestar del momento de poner la cabeza en la almohada después de todo el ajatreo de un día? ¿has sentido una mirada inesperada en la calle que te halaga y hasta te ruboriza? Esas sensaciones me quedan después de leer tu comentario, me voy a la cama con eso. Gracias.

    ResponderEliminar