martes, 15 de septiembre de 2009

¿Viva México?


Hoy me preguntó él: Y qué, ¿hoy no vas a colgar tu bandera?. El me conoció cuando los dos vivíamos en Barcelona, en ese entocnes, yo lejos de mi casa, sí extendía mi bandera de México en septiembre (y hasta en otros meses), y me gustaba celebrar el grito con los cuates y cantar rancheras, hacer mole, gorditas y arroz ranchero pa los amigos.

Pero bueno, las cosas cuando una está fuera del país se sienten distintas. Se extraña la proximidad, la música, los cuates, hasta la borrachera y el desmadre mexicano... pero, pensandolo bien, no siempre. Estando lejos tambien una se vuelve más crítica con su país, reconoce que hay muchas más asignaturas pendientes de las que creía... da coraje, vergüenza, desconcierto...

Pero bueno, la cosa es que me regresé. Y mi regreso tuvo que ver mucho con una cuestión patriótica que todavía no entiendo muy bien (a pesar de que surgió de mí).

Regresé a México para hacer algo... ¿algo? Regresé con la idea de que las cosas se podían cambiar. Regresé enfundada en mi capa de "mujer maravilla" al rescate de otras mujeres y de las ciudades.

Las cosas han sido un poco distintas. A veces me dan ganas de irme de nuevo. A veces la decpepción es grande, a veces me siento como tirgre en una jaula, dando vueltas sin sentido en un metro cuadrado.

A veces parece que nada de lo hecho tiene sentido. A veces pensaría que la gente me ve como loca por idealista, porque tengo más de treinta y pienso que el mundo puede cambiar, porque como mujer no me comporto como la mayoría de mis coterráneas, porque a veces muestro mi desacuerdo a algunas vacas sagradas que me he topado por ahi.

Pero otras veces las cosas brillan. Otras veces el caos es hermoso porque puede traducirse en mil formas de creación. A veces los proyectos con los amigos, las exposiciones, las clases, los alumnos, la radio, las compañeras, me hacen ver que el regresar ha sido una de las mejores decisiones que he tomado.

Hoy no quiero celebrar con cohetes, ni con tequila (que ni me gusta), ni con gritos. Hoy quiero reflexionar porqué sigo en este país, que como todo lo que se ama, contiene lo que más causa placer y lo que más nos hace daño en un mismo ser...



2 comentarios:

  1. Fantasma:

    Irse y regresar. Octavio Paz escribió gran parte del Laberinto de la soledad en el extranjero porque desde fuera se pueden ver las cosas bien claras, lo bueno es que desde dentro también y además se sufren.

    Hablando con gente de todas las edades me doy cuenta que está cundiendo la desesperanza, todos queremos una vida mejor y encontrarla en el extranjero es el sueño de muchos, porque acá la gente ve las cosas más complicadas cada vez.

    Me dio un no-sé-qué cuando leí que sigues queriendo hacer una diferencia, será que me sorprendió ver un pensamiento mio escrito por otras manos.

    Hay esperanza, algo se puede hacer y de Octavio Paz te dejo esto: "Quien ha visto la esperanza no la olvida".

    Un abrazo.

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  2. Muchas gracias Lola, la desesperanza se va cada vez que se suman las palabras y los sueños. Así como me lo has hecho ver. Un abrazo tambien.

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